Ahora que está a punto de entrar en vigor la nueva ley antitabaco, me pongo a pensar en lo absolutamente injusta que es con los fumadores. No les van a dejar fumar en los restaurantes, en los aeropuertos… fatal.
Lo queramos ver o no, el tabaco causa muchas muertes todos los años, miles, y muchas, demasiadas, son en fumadores pasivos, que “fuman” o “fumamos” porque estamos en un ambiente en el que hay más tabaco que aire. Da verdadero asco levantarte una mañana después de haber estado de fiesta con tus amigos y que te huela todo a tabaco, tener la garganta seca, toser, yo por lo menos no lo paso bien.
Me parece justo que ellos quieran divertirse así, pero si quieren, que lo hagan en su casa, o en la calle y que pasen frío ellos, que no es la primera vez que me he salido yo de un bar para respirar un poco. Los pobres no van a poder viajar en avión porque no les van a dejar arrejuntarse todos ahí como en las zonas de fumadores de las terminales.
Otro tema que se las trae son los cálculos de los hosteleros. No me creo ni de coña que vayan a cerrar 70.000 locales porque no se vaya a poder fumar. Si otra cosa no, pero las cañitas y todo ese tipo de consumismo en cualquier país antes que en España se perdería. Y no me lo creo porque no me creo que la gente vaya a los restaurantes a fumar, la gente va a un restaurante a comer, a una discoteca a bailar, a una cafetería a desayunar… no a fumar!
Pero claro, los no fumadores no podemos disfrutar de lo mismo que ellos sin respirar humo constantemente, porque lo justo es que cada uno pueda hacer lo que quiera (claro, como cada persona está aislada y su humo no afecta a los de su alrededor…). La ley antitabaco es absolutamente injusta, porque a pesar de que va a prohibir fumar en muchos lugares, deja demasiados vacíos legales como los ‘clubes de fumadores’ para quedar bien con los fumadores y con los demás.
Si te mojas, te mojas del todo, si lo prohíbes lo prohíbes del todo (no me refiero a ilegalizarlo, pero que fumen única y exclusivamente en su casa y la calle). Pero claro, limitar tanto el consumo sí que perjudicaría a una industria que, ojo, a las tabacaleras no las toques. El estado se lleva un porcentaje que ronda el 70-80% de los beneficios del tabaco. Con ese dinero se podría pagar la sanidad pública de todo el país varias veces, pero es más importante pagar los vestiditos de colores de las hijas del presidente.
Nos vemos, y lo siento pero me apetecía polemizar un poquillo ;-).
Dany
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